¿Qué es la disfunción sexual?

La sexualidad tiene cuatro fases: el deseo, la excitación, el orgasmo y la resolución. Un trastorno sexual se produce cuando hay un problema en al menos una de las tres primeras fases antes mencionadas. Hay trastornos o disfunciones de diferentes tipos y se pueden sufrir por diferentes causas y provocan un malestar a diferentes niveles en quien las padecen y compañeros sexuales. A veces incluso puede afectar al entorno familiar y social cercano. Una disfunción sexual puede tener un origen psicológico, fisiológico, o una combinación de ambos. 

¿Se puede tratar? ¿Y por qué es importante?

Se puede solucionar y aunque algunas personas pueden tratar de minimizar el problema negándolo o pensando que se solucionará solo, existe una solución y minimizarlo sólo alarga y profundiza el problema. Ser capaz de mantener relaciones sexuales satisfactorias es importante para la salud mental y psicológica de las personas y cuando hay un deterioro de las respuestas sexuales afecta en diferentes ámbitos como la autoestima, la seguridad y la relación de pareja .

¿Qué tipos hay?

  • Inapetencia sexual: este problema se produce cuando las personas no tienen ningún interés en fantasías o actividades sexuales y como consecuencia sufren ansiedad o problemas de pareja.
  • Dispareunia: es la existencia de un dolor de cualquier tipo en alguna de las fases de la relación sexual. Las personas que lo padecen intentan abstenerse de mantener relaciones para evitar el dolor.
  • Aversión al sexo: es una aversión extrema al contacto sexual y se caracteriza por la evitación sistemática de las relaciones sexuales.
  • Inhibición de la excitación: es la falta o ausencia excitatoria, aunque la mujer que lo sufre experimente deseo sexual y estimulación sexual efectiva. Las mujeres que lo padecen tienen falta de lubricación y ausencia de expansión vaginal.
  • Disfunción orgásmica: también conocido como anorgasmia, es la ausencia del orgasmo o dificultad de llegar a pesar de tener una excitación normal. Lleva a la frustración de las mujeres que lo padecen y a largo plazo a tener poco deseo sexual por falta de motivación.
  • Vaginismo: se caracteriza por la imposibilidad de producirse la penetración de la vagina. Está provocado porque la mujer tiene una contracción involuntaria del tercio externo de la vagina impidiendo cualquier intento de penetración.
  • Disfunción eréctil: es la imposibilidad de conseguir la erección del pene y/o mantenerla aunque la estimulación sexual sea suficiente. Los hombres que la padecen tienen baja autoestima, inseguridad, frustración y ansiedad.
  • Eyaculación precoz: no se utilizan mediciones temporales, sino la percepción del hombre de no poder controlar voluntariamente la eyaculación ante una estimulación sexual mínima, ya sea antes o durante la actividad sexual con penetración.
  • Eyaculación retardada: es la dificultad de llegar al orgasmo cuando hay una estimulación suficiente del pene.